segunda-feira, 22 de abril de 2013

Viva la Vida!






La vida es un regalo de Dios para nosotros y la tenemos que vivir con toda dignidad. A lo largo de nuestra breve existencia, experimentamos momentos de alegría, tristeza, entusiasmo, decepción, enfermedad y salud. En algunas ocasiones, la vida puede parecer cruel. Sin embargo, somos los capitanes de nuestro barco y debemos llevar la nave hacia puerto seguro.

Hoy en día, vivimos en una sociedad muy competitiva y egoísta, con un buen número de personas que ya han perdido la esperanza en un futuro mejor, hecho generado por las falsas expectativas creadas en nuestra imaginación, la existencia de un mundo perfecto y utópico.

No todo es amor y flores, tampoco existe un manual de instrucciones; la vida viene con un paquete completo, en el que de un lado de la moneda está el amor, la alegría, la victoria, y del otro lado la decepción, la tristeza y la Muerte. Se compone de inolvidables momentos de optimismo y euforia, así como otros de dolor y fracasos.

Así es la vida y tenemos que adaptarnos y aceptarla tal como es. Debemos estar debidamente preparados y capacitados para que cuando nos encontremos con un nuevo obstáculo, tengamos los medios para superarlo de la mejor manera posible. Usando las habilidades que tenemos, que están siendo pulidas durante nuestra estadía en este mundo, no será tan difícil de lograr.

Dolorosas derrotas son una gran oportunidad para repensar nuestra forma de vivir la vida. Hay obstáculos que superar. Las tormentas pueden venir con fuerza, pero con el tiempo se disiparán y desaparecerán.

Los desafíos sólo hacen que la gente sea más fuerte, entonces debemos aceptarlos, hacerles frente y superarlos. Teniendo en mente pensamientos positivos. Nos sorprenderemos de nuestra fuerza interior y de nuestra facilidad para resolver un problema dado, aunque haya sido imposible de resolver.

Tengamos siempre en cuenta que a veces las mejores oportunidades vienen disfrazadas de problemas. Lo que importa es saber que casi siempre existe una solución para ellos. Nunca te rindas, después de todo, con Dios en el corazón, somos siempre vencedores.


(Corrección ortográfica: Romina Vicensini)

Luís Fernando Bruno

2013

Nenhum comentário:

Postar um comentário