Hoy estamos viviendo en una sociedad de la mentira, condenados a vivir en un mundo donde lo superfluo, la mediocridad y la falta de valores prevalece.
El sistema nos manda a no pensar por nosotros mismos, por lo tanto, a veces perdemos: la esperanza, la identidad, la confianza en nuestro propio poder y habilidad. Pero es el sistema realmente la culpa de todo?
En realidad vivimos una gran paradigma, ya que lo más fácil es culpar al sistema para toda la desgracia que nos enfrentamos, pero si asumimos nuestras responsabilidades, veremos que nuestro futuro pasa siempre por nuestras manos, o nuestras decisiones hoy están directamente vinculados con el mañana.
Camina siempre en la búsqueda de sus objetivos, teniendo en cuenta que una decisión personal puede cambiar todo el contexto de una situación determinada, ya sea individual o colectiva, a continuación, tomar la responsabilidad de sus propias decisiones. Dejando a un lado la apatía, buscando con fe y esperanza lo mejor para su futuro. No se deje manipular por los seres oportunistas que se creen superiores, dueños de la verdad.
Cada uno de nosotros tiene una gran fuerza interior, que tiene una potencia de transformación en el entorno en el que vive, y puede con un simple gesto o actitud, cambiar las cosas, y movilizar recursos para mejorar significativamente los eventos diarios.
No se deje influenciar por el pesimismo reinante, al leer informes acerca de lo mal que el mundo es, tener en cuenta que todos los obstáculos pueden ser superados.
Crea tu propio destino, leer todo lo que llega a sus manos, prepara su futuro, nunca dejes que otros decidan lo que es mejor para su vida. Siempre arriba, porque es un ganador!
Luís Fernando Bruno
2014
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