segunda-feira, 3 de dezembro de 2012

Paraguayos, mucho más que vecinos, Hermanos Verdaderos!






Hoy estoy aquí para hablar de nuestro vecino Paraguay, un país que yo particularmente admiro. No voy a escribir sobre hechos históricos, ni sobre guerras y mucho menos sobre las compras que muchos hacen allí. Quiero hablar de la mayor riqueza que una nación puede tener que es exactamente su Pueblo. Hoy en día vivimos en una sociedad totalmente globalizada, donde tenemos la oportunidad de conocer gente de diferentes partes del mundo sin salir de nuestras casas. Y gracias a esta nueva "sociedad virtual" tuve la oportunidad de conocer a muchos paraguayos (as) que se han convertido en grandes amigos míos. Conocí a gente de la frontera, los que entienden muy bien la lengua portugueza, con quienes me comuniqué con mucha facilidad. También hice amistad con algunos residentes de la capital Asunción y alrededores, tuvimos un pequeño problema al principio, pero luego a través de un buen "portuñol" logramos un entendimiento (cuando hay buena voluntad por ambas partes todo es más simple). Por cierto, la facilidad increíble como la gente se comunica en español y en guaraní, hace del Paraguay una de las pocas naciones bilingües en el mundo. Además de muchos otros que hablan con fluidez el Portugués, Inglés y otros idiomas. Personas inteligentes debatiendo sobre diferentes temas de actualidad. Conocí a gente alegre, honesta, trabajadora y guerrera. Quienes tienen sueños e ideales para conseguir una vida mejor para el pueblo paraguayo, así como para todos sus vecinos. Sabiendo que somos como un cuerpo humano donde todas las partes son importantes, teniendo que trabajar juntos. Conocí a un pueblo con una rica cultura con una fuerte tradición guaraní, entrelazada con la comunidad hispana. Donde la música, la danza, la artesanía, el teatro y la literatura son parte de la vida cotidiana de la población. A la gente apasionada por los deportes, en especial para su "Albirroja", uno de los mejores equipos de fútbol de las Américas. Conocí amigos de la Universidad Nacional de Asunción y la Universidad Americana, entre otros, famoso en toda América del Sur por sus cualidades educativas. Conocí a personas que trabajan en todo tipo de comercio en el que son vendedores. Conocí las hermosas mujeres paraguayas, con su graciosa manera de ser. Conocí a un pueblo religioso y que glorifica a Dios. Recuerdo una vez, en una conversación con uno de esos amigos, cuando empecé a hablar sobre el pasado y me dijo con una sonrisa en su rostro: TODOS SOMOS HERMANOS, VAMOS A TRABAJAR POR UN MUNDO NUEVO, MEJOR Y MÁS JUSTO, NO NOS OLVIDEMOS DEL PASADO, NUESTROS HÉROES Y MÁRTIRES, PERO ESFORZEMONOS POR CONSTRUIR JUNTOS UN FUTURO MEJOR, PARA NOSOSTROS Y NUESTROS HIJOS. Amigos así que gracias a Dios conocí en Paraguay. No voy a mencionar nombres porque podría olvidar a alguien y no sería justo por mi parte. Pero sólo tengo una cosa que decir: Me gusta mucho el pueblo paraguayo, mucho más que vecinos, hermanos verdaderos!!!




Texto: Luís Fernando Bruno 


(Corrección ortográfica: Romina Vicensini)


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