Criticar
es algo tonto...
apuntar
los errores de los demás es tan fácil,
y
para algunos, por desgracia, esto es tan normal.
La
manía de juzgar la conducta
es
una actitud sin ética o moral,
practicado
por personas que no tienen discernimiento.
¿Cómo
me considero un juez cuando yo no soy santo?
No
soy perfecto y definitivamente nunca lo seré...
y
después de la muerte, no sé si voy al cielo o al infierno.
¿He
mentido, traicionado, envidiado, engañado
y ya hecho varios errores en mi vida
y
ciertamente voy practicar muchos otros.
Por
esto, tengo que ser mi propio juez,
controlar
mi comportamiento y actitud,
para
vivir dignamente y honestamente mi vida.
Estoy
muy lejos de la perfección,
a
veces soy un verdadero pecador
por
lo tanto, no puedo juzgar a mi prójimo.
Los
hombres crean sus códigos y leyes
para
ser seguido por otros en la sociedad,
pero
muchos no cumplen lo que escriben.
Somos
dueños de nuestros actos,
somos
responsables de lo que hacemos,
autores
de nuestra propia historia, dueños de nuestro destino.
Luís Fernando Bruno
2014
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