Hoy
voy a escribir sobre una historia triste que he leído. Me pareció interesante y
por desgracia puede ser muy utilizada hoy en día. Vamos a la historia:
Un niño con una voz
tímida y ojos llenos de asombro, le pide a su padre cuando vuelve del trabajo:
- Papá, ¿cuánto ganas
por hora?
El padre, un gesto
severo, responde:
- Hijo mío, este no es
tu madre lo sabe. Así que no me molesta, estoy cansado!
Pero el hijo insiste:
- Pero papá ... ¿cuánto
ganas por hora?
La reacción del padre
fue menos severa y respondió:
- Tres dólares por hora.
- Entonces, papá, ¿me
podría dar un dólar?
Su padre, cansado ya de
esa conversación bravo respondió:
- Así que esa fue la
razón de querer saber cuánto voy a ganar? Vete a dormir y no me molestes!
Era de noche cuando el
padre por algún raro momento, comencé a preguntarme qué había pasado con su
hijo y se sintió culpable. Tal vez, quién sabe, el hijo tenía que comprar algo.
Deseando aliviar su conciencia dolorida, se
dirigió a la habitación del chico y le preguntó en voz baja:
- Hijo, está durmiendo?
- No, papá! - El chico
respondió con sueño y llorosa.
- Mira, aquí está el
dinero que pediste: un dólar.
- Gracias, papá! - Dijo
el hijo, de pie rápidamente y tomar dos más dólares en una caja que estaba
debajo de la cama.
- Ahora que ha
terminado, papá! Tengo tres dólares. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo?
El
texto anterior, de autor desconocido, refleja bien el comportamiento de muchos
padres de hoy en día, que pasan mucho tiempo en lo trabajo, viviendo con los problemas de la rutina diária
y no se preste la atención necesaria a sus hijos. Tal vez no tienen hijos, y
creemos que esto no va a pasar a nosotros, pero todos tienen familias y no
existe alguien que se siente nuestra falta? Tal vez incluso un amigo que está
en la necesidad de nuestra ayuda.
Mira
a tu alrededor... estoy seguro de que alguien está necesitando tu ayuda ahora.
Luís Fernando Bruno
2013
Hola, esta muy bonito tu texto, la verdad en pocas palabras demuestra la realidad de los padres hoy en dia, al creer que el sacrifio del trabajo por ganar el dinero necesario para sustentar a su familia es suficiente. Los hijos son personas que tienen sentimientos y además poseen muchísimas debilidades, los hijos necesitan báscimente de amor, protección y sustentación, que un padre comparte tiempo de calidad con su hijo, vale más que una computadora. Por cierto en Twitter soy @KevinHastin
ResponderExcluirGracias amigo por lo comments!! :)
ExcluirMuy Linda reflexion
ResponderExcluirGracias Shuly... me siga!!!
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