Tantas veces me
preguntaba por qué ella, una jovencita, nos dejó tan temprano; una hermosa
mujer, una luchadora, llena de vida y los sueños.
Dentro de mi alma hay un
gran e intenso anhelo, deseo tenerte conmigo aunque sólo sea una vez más.
Lo sé, no puedo pedir
nada más, estoy siendo injusto y egoísta, Dios llevó mi amada Mariana al cielo,
és la estrella más brillante.
Pero me siento un
tremendo anhelo, su mirada alegre y brillante, su fácil sonrisa, su manera
dulce y romántica para amarme.
Un
alma tan pura, dulce y amable, un ángel que ahora reza por nosotros, en la
eternidad, sé que su alma descanse en paz.
Mi Mariana fue tomada
por una terrible enfermedad, pero su lucha y fuerza de voluntad, eran un
ejemplo para muchas personas.
Este es un pequeña
homenaje a usted, Mariana mi gran amor.
Luís Fernando Bruno
2017